¿Qué es la hipertensión pulmonar?

La hipertensión pulmonar afecta la capacidad del corazón de bombear sangre a los pulmones. Puede presentarse como una complicación secundaria de otras afecciones cardíacas o pulmonares. Un trastorno primario que afecta las arterias de los pulmones también puede provocar hipertensión pulmonar.

En la hipertensión pulmonar, los vasos sanguíneos del pulmón se vuelven rígidos, se estrechan o se dañan, lo que aumenta la presión con la que la sangre circula por ellos. Esto reduce el flujo de sangre a través de los pulmones, lo que provoca niveles más bajos de oxígeno en la sangre.

Estos problemas causan hipertensión en las arterias pulmonares y hacen que el ventrículo (lado) inferior derecho del corazón trabaje más de lo que debería. Con el tiempo, el ventrículo derecho se agranda y se debilita (cor pulmonale). Cuando la afección empeora lo suficiente, el ventrículo derecho no puede hacer su trabajo, lo que provoca una insuficiencia cardíaca del lado derecho. Esta es una afección potencialmente mortal.

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Factores de riesgo de hipertensión pulmonar

La hipertensión arterial es más común entre las mujeres, las personas negras que no son hispanas y las personas mayores de 75 años. Ocurre a todas las edades y se vuelve más común a medida que envejecemos.

Síntomas de la hipertensión pulmonar

Los síntomas de la hipertensión pulmonar en etapa temprana pueden incluir:

  • Dificultad para respirar
  • Cansancio (fatiga)

A medida que avanza la enfermedad, los síntomas de hipertensión arterial pulmonar pueden incluir:

  • Hinchazón del abdomen o de las extremidades inferiores
  • Aturdimiento, mareos o desmayo (síncope)
  • Disminución del apetito
  • Tos seca, sibilancias o ronquera
  • Frecuencia cardíaca elevada, incluso cuando está en reposo (palpitaciones)
  • Dolor u opresión en el pecho

Complicaciones de la hipertensión pulmonar

La insuficiencia cardíaca en el lado derecho es la principal complicación de la hipertensión pulmonar. Cuando las arterias de los pulmones se ven afectadas, el lado derecho del corazón tiene que trabajar más para que la sangre circule por los pulmones.

Cuando la hipertensión pulmonar comienza a ocurrir, las paredes de su corazón comienzan a engrosarse y el ventrículo derecho (lado inferior derecho del corazón) aumenta de tamaño. Sin tratamiento, estos cambios con el tiempo harán que el ventrículo derecho falle.

Otras complicaciones, que pueden poner en peligro la vida, son:

  • Derrame pericárdico (acumulación de líquido en el saco de tejido que rodea el corazón)
  • Sangrado en los pulmones
  • Tos con sangre
  • Coágulos de sangre en las arterias pequeñas de los pulmones
  • Daño a otros órganos, entre ellos, el hígado y los riñones
  • Complicaciones del embarazo que pueden poner en peligro la vida de la madre y el feto
  • Arritmia (latidos irregulares)
  • Síncope (desmayo)

Causas y grupos de la hipertensión pulmonar

Es posible que su médico no pueda encontrar la causa de su hipertensión pulmonar. Hay muchas causas conocidas, incluidas algunas relacionadas con las afecciones cardíacas, otras relacionadas con otros padecimientos de salud y otras relacionadas con sus experiencias de vida.

Según la Organización Mundial de la Salud, la hipertensión pulmonar se puede dividir en cinco grupos según lo que la provoque o contribuya a ella.

Grupo 1: Hipertensión arterial pulmonar (HAP)

Cuando la obstrucción en las arterias pequeñas de los pulmones es la causa del aumento de la presión en los vasos. Las causas incluyen:

  • El consumo de drogas
  • Infección por VIH
  • Trastornos del tejido conectivo o autoinmunes (como la esclerodermia)
  • Causas no identificadas

Grupo 2: Hipertensión pulmonar por cardiopatía del lado izquierdo

Hipertensión pulmonar causada por trastornos en el funcionamiento del músculo cardíaco o de las válvulas cardíacas. Estos problemas provocan un aumento de la presión arterial en los pulmones y una retención de sangre en el lado izquierdo del corazón.

Grupo 3: Hipertensión pulmonar causada por enfermedades pulmonares subyacentes o hipoxemia

Las enfermedades y afecciones que causan bajo nivel de oxígeno en la sangre son:

Grupo 4: Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC)

Cuando los coágulos de sangre en las arterias de los pulmones forman un tejido similar a una cicatriz que bloquea o estrecha las arterias y conduce a la HPTEC.

Grupo 5: Hipertensión pulmonar causada por muchos otros trastornos

Cuando la hipertensión pulmonar tiene una causa que no encaja en los grupos 1 a 4. Esto incluye trastornos sistémicos como la sarcoidosis, los trastornos sanguíneos, los trastornos metabólicos o los tumores que obstruyen las arterias pulmonares.

Diagnóstico de la cardiopatía pulmonar

Los síntomas de la hipertensión pulmonar son similares a los de otras enfermedades, por lo que puede ser difícil de diagnosticar. Será necesario que vea a uno de nuestros especialistas. Usará una o más pruebas para confirmar su diagnóstico de hipertensión pulmonar y determinar si se trata de una cor pulmonale aguda o crónica. Obtenga más información sobre pruebas y diagnóstico cardíaco y vascular.

La evaluación puede incluir:

  • Cateterismo cardíaco: usa tubos delgados (catéteres) para evaluar la presión y el funcionamiento del corazón y los pulmones. Obtenga más información sobre el cateterismo cardíaco.
  • Radiografía de tórax: muestra si sus arterias pulmonares o su corazón son anormalmente grandes.
  • Tomografía computarizada (TC) de tórax: permite la evaluación del tejido pulmonar para detectar daños o cicatrices.
  • Pruebas de función pulmonar (PFP): evalúa la función pulmonar.
  • Electrocardiograma (ECG): registra la actividad eléctrica del corazón y puede mostrar signos de daño al corazón.
  • Ecocardiografía: usa ondas sonoras para medir la presión de las válvulas cardíacas.
  • Análisis de sangre: mide los niveles de péptido natriurético cerebral (PNC) en sangre. El organismo produce PNC cuando hay daño cardíaco.
  • Gammagrafía de ventilación/perfusión pulmonar (V/Q): evalúa el flujo de sangre y aire a los pulmones. Muestra si hay suficiente oxígeno en la sangre o si hay coágulos de sangre en las arterias.
  • Angiografía por tomografía computarizada (TC): usa un tinte de contraste para resaltar los vasos sanguíneos y buscar coágulos de sangre o signos de enfermedad pulmonar.
  • Imágenes por resonancia magnética (MRI): examina la estructura y función de su corazón con más detalle.
  • Pruebas de sueño (polisomnograma): diagnostica la apnea del sueño, que puede contribuir a la hipertensión pulmonar.

Tratamiento de la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar no se puede curar, pero a menudo mejora con terapias de manejo de la hipertensión pulmonar para controlar su causa. Si se debe a un empeoramiento de la EPOC, es posible que se beneficie de fármacos que relajan las vías respiratorias, lo que facilita la respiración.

Usamos varios medicamentos para tratar los síntomas de la hipertensión pulmonar. Estos incluyen medicamentos que se toman por vía oral, a través de la piel, por vía intravenosa o mediante terapias de inhalación.

Su médico puede recomendar la oxigenoterapia si sus niveles de oxígeno son demasiado bajos. El uso de un tanque de oxígeno puede ayudarlo a respirar mejor y sentir menos fatiga.

Algunas personas con hipertensión pulmonar se benefician de cirugías o procedimientos. Es posible que le practiquen una cirugía para extraer los coágulos de sangre de los vasos sanguíneos de los pulmones.

Su médico trabajará con usted para determinar las opciones de tratamiento más efectivas para la hipertensión pulmonar.

Cambios en el estilo de vida

Adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo de que los síntomas reaparezcan después del tratamiento de la hipertensión pulmonar. Es posible que pueda reducir su hipertensión pulmonar de forma natural utilizando estos hábitos de atención preventiva:

  • Dejar de fumar
  • Optar por una alimentación saludable
  • Mantenerse físicamente activo
  • Reducir los niveles de estrés mediante la relajación y otras técnicas
  • Participar en rehabilitación cardíaca para mejorar el estado físico y facilitar la respiración

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