Osteoartritis

Si alguna vez ha sentido dolor o rigidez persistente en las articulaciones sin una causa clara, es posible que sienta curiosidad por saber qué sucede dentro de su organismo. Estas sensaciones a menudo indican artrosis, una forma común de artritis que afecta varias articulaciones del cuerpo.

La artrosis es común y afecta las articulaciones de millones de personas todos los días. Aunque puede afectar cualquier articulación, se manifiesta frecuentemente en manos, caderas, rodillas y columna.

Si bien no existe cura y no se puede revertir la afección, el tratamiento puede ayudar a frenar la progresión de la artrosis, aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad de las articulaciones.

Factores de riesgo de la artrosis

Su probabilidad de desarrollar artrosis puede verse afectada por varios factores, entre ellos:

• Edad: A medida que envejecemos, el riesgo de artrosis tiende a aumentar.
• Deformidades óseas o articulares: Las personas que nacen con articulaciones malformadas o cartílago defectuoso pueden tener mayores posibilidades de contraer artrosis.
• Genética: La artrosis a menudo es hereditaria, lo que sugiere un riesgo genético para la afección.
• Lesiones: Las lesiones o accidentes deportivos que afectan cualquier articulación pueden elevar el riesgo de artrosis, independientemente de cuándo se produzcan.
• Enfermedad metabólica: Conditions like diabetes and excess iron can heighten the risk of osteoarthritis.
• Obesidad: El exceso de peso corporal ejerce una presión adicional sobre las articulaciones que sostienen peso, como las caderas y las rodillas, aumentando el riesgo de artrosis.
• Estrés repetitivo: Ciertas ocupaciones o deportes provocan tensiones repetitivas en las articulaciones. Con el tiempo, este estrés puede contribuir al desarrollo de artrosis.
• Género: Las mujeres son más propensas a sufrir artrosis en comparación con los hombres.

¿Cuáles son los 5 síntomas de la artrosis?

Los síntomas primarios de la artrosis incluyen:

• Amplitud de movimiento disminuida: Dificultad para mover las articulaciones afectadas con tanta libertad como antes, especialmente las rodillas, las caderas y otras zonas comúnmente afectadas.
• Crujidos: Ruidos audibles o crujidos al mover las articulaciones, lo que indica que el cartílago roza el hueso.
• Dolor de las articulaciones: A menudo se nota más durante el movimiento y varía desde una molestia leve hasta sensaciones agudas y punzantes.
• Rigidez articular: Especialmente notable después de períodos de inactividad, como estar sentado por mucho tiempo o al despertarse.
• Inflamación: La inflamación de las articulaciones agrava el malestar e impide el movimiento.

La artrosis generalmente progresa lentamente y los síntomas empeoran gradualmente con el tiempo. Sin embargo, la velocidad de progresión varía de una persona a otra.

Algunas pueden experimentar un deterioro que dura varios años, mientras que otras pueden experimentar un deterioro más rápido, especialmente si hay daño articular significativo, obesidad o factores genéticos específicos.

Si experimenta alguno de estos síntomas, es recomendable programar una consulta con un especialista en ortopedia de Advocate Health Care.

Diagnóstico de la artrosis

El proveedor le hará un examen completo y revisará sus síntomas de artrosis junto con su historia clínica para hacer un diagnóstico preciso. Durante el examen físico, observará el movimiento de las articulaciones, evaluará el rango de movimiento y la estabilidad, y evaluará los reflejos.

Después del examen físico, el proveedor puede pedir pruebas por imágenes digitales para recopilar información adicional sobre la funcionalidad de la articulación. Estas pruebas incluyen:

• Radiografías: Estas imágenes capturan la estructura ósea para evaluar signos de roce de huesos o la presencia de espolones óseos.
• Tomografías computarizadas: Utilizando radiografías desde diversos ángulos, esta prueba genera imágenes tanto del tejido blando como del hueso.
• MRI: Este examen proporciona imágenes detalladas de huesos y tejidos blandos, incluido el cartílago, que pueden presentar signos de daño relacionado con la artritis.

Además, el médico puede hacerle un análisis de sangre para diferenciar la artrosis de otras afecciones que afectan la salud de las articulaciones, como la artritis reumatoide, una forma de artritis causada por el ataque del sistema inmunitario a las articulaciones.

Tratamiento de la artrosis

El tratamiento de la artrosis tiene como objetivo controlar el dolor y enlentecer la progresión de la enfermedad, ya que el daño articular no se puede revertir y actualmente no existe cura. Las opciones de tratamiento comunes incluyen:

• Terapias alternativas: Algunas personas encuentran alivio a través de tratamientos alternativos, como la acupuntura, la masoterapia o suplementos dietéticos, como la glucosamina y la condroitina.
• Dispositivos de asistencia: Los dispositivos ortopédicos, las férulas o las plantillas ortopédicas estabilizan las articulaciones y alivian el dolor durante las actividades cotidianas. Los bastones o andadores ofrecen estabilidad y apoyo adicionales para quienes tienen problemas para caminar.
• Inyecciones: Los corticoesteroides inyectados directamente en las articulaciones afectadas reducen la inflamación y el dolor, mientras que las inyecciones de ácido hialurónico proporcionan lubricación y amortiguación.
• Cirugía de reemplazo articular: Cuando otros tratamientos no logran brindar alivio, se puede considerar la cirugía de reemplazo articular para reparar o reemplazar el tejido articular dañado, mejorando la movilidad y la función.
• Medicamentos para la artrosis: Los analgésicos como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden reducir la inflamación y aliviar el dolor. En algunos casos, se pueden recetar analgésicos más fuertes o tratamientos tópicos como cremas.
• Fisioterapia: Colaborar con un fisioterapeuta puede mejorar la movilidad y aliviar los síntomas. Este puede diseñar un régimen de ejercicio personalizado para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor.
• Control del peso: Bajar el exceso de peso alivia la tensión en las articulaciones. El médico o nutricionista puede ayudarle a diseñar un plan de alimentación saludable y ejercicio para alcanzar y mantener un peso saludable.

Dado que la eficacia varía entre las personas, la estrecha colaboración con el equipo de atención médica es fundamental para identificar los tratamientos para la artrosis más adecuados para usted.