Atención del cáncer de hueso
Encuentre un especialista en cáncerEn el Advocate Cancer Institute sabemos que cada paciente de cáncer de hueso es diferente. Nuestros expertos en cáncer tienen amplia experiencia en la estadificación y el diagnóstico adecuados de la enfermedad, y en el desarrollo de un plan de tratamiento adaptado a su tipo específico de cáncer de hueso.
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Síntomas y factores de riesgo
El cáncer de hueso ocurre cuando se forma un tumor maligno dentro de las células óseas. Los tumores óseos pueden tomar varias formas, desde el tipo más común de tumores no cancerosos (benignos) en los huesos hasta los tumores óseos primarios, menos frecuentes, que pueden ser benignos o malignos. En general, el cáncer de hueso se origina en otras partes del cuerpo, como un cáncer secundario que se propaga a los huesos. Afortunadamente, el cáncer primario de hueso no es común y representa mucho menos del 1 % de todos los tipos de cáncer.
El cáncer de hueso es más común en niños y adultos jóvenes que en personas mayores. Los factores de riesgo incluyen:
- Tratamiento previo con radioterapia
- Quimioterapia previa con fármacos conocidos como agentes alquilantes
- Mutación en un gen conocido, como el gen del retinoblastoma (Rb) u otros genes
- Afecciones asociadas, como retinoblastoma hereditario, enfermedad ósea de Paget, síndrome de Li-Fraumeni, síndrome de Rothmund-Thomson, esclerosis tuberosa y anemia de Diamond-Blackfan
- Implantación de metal para reparar fracturas anteriores
El síntoma más común del cáncer de hueso es el dolor, aunque no siempre es el síntoma principal. El cáncer puede causar dolor/hinchazón persistente o inusual en o cerca de un hueso. Los pacientes con cáncer de hueso generalmente se quejan de dolor que empeora durante la noche o cuando se usa esa parte del cuerpo en particular. Las fracturas de huesos causadas por lesiones leves y las masas o bultos en las áreas afectadas también son síntomas que deben consultarse con un médico.
Detección y diagnóstico
Para ayudar a diagnosticar el cáncer de hueso, los expertos de Advocate Health Care tomarán nota de sus antecedentes médicos personales y familiares, le harán un examen físico y pueden pedir pruebas de laboratorio y otras pruebas de diagnóstico. Estas pruebas pueden incluir:
- Radiografías:pueden mostrar la ubicación, el tamaño y la forma de un tumor óseo. Si las radiografías sugieren anomalías, el médico probablemente recomendará estudios de diagnóstico por imágenes especializados. Aunque las radiografías sugieran una anormalidad benigna, es posible que el médico quiera hacer más pruebas, especialmente si el paciente tiene dolor inusual o persistente.
- Gammagrafía ósea: prueba en la que se inyecta una pequeña cantidad de material radioactivo en un vaso sanguíneo y se desplaza por el torrente sanguíneo; luego se acumula en los huesos y se detecta mediante un escáner.
- Computed tomography (CT or CAT) scan: Series of detailed pictures of areas inside the body, taken from different angles, that are created by a computer linked to an x-ray machine.
- Imágenes por resonancia magnética (MRI): Usa un poderoso imán enlazado por computadora para crear imágenes detalladas de zonas dentro del cuerpo sin usar radiografías.
- Tomografía por emisión de positrones (TEP): A small amount of radioactive glucose (sugar) is injected into a vein, and a scanner is used to make detailed, digital pictures of areas inside the body where glucose is used. Debido a que las células cancerosas a menudo usan más glucosa que las células normales, se pueden detectar con este método.
- Angiografía: radiografía de los vasos sanguíneos para un análisis detallado.
- Biopsia: proceso para extraer una muestra de tejido del tumor óseo, que luego se usa para determinar si hay cáncer presente. El cirujano puede hacer una biopsia con aguja o una biopsia por incisión.
- Análisis de sangre: determinan el nivel de una enzima llamada fosfatasa alcalina. Hay gran cantidad de esta enzima presente en sangre cuando las células que forman el tejido óseo están muy activas, cuando los niños están creciendo, cuando un hueso roto se está fusionando o cuando una enfermedad o tumor causa la producción de tejido óseo anormal. Debido a que los niveles altos de fosfatasa alcalina son normales en niños y adolescentes en crecimiento, esta prueba no es un indicador completamente confiable del cáncer de hueso.
Tratamientos y terapias
Las opciones de tratamiento dependen del tipo, el tamaño, la ubicación y el estadio del cáncer, así como la edad y el estado general de salud de la persona.
La cirugía es el tratamiento habitual para el cáncer de hueso. El cirujano extirpa todo el tumor y también puede usar técnicas especiales para minimizar la cantidad de tejido sano que se extrae con el tumor.
En Advocate Health Care, los tratamientos de tumores preoperatorios han hecho posible que la mayoría de los pacientes con cáncer de hueso en un brazo o pierna eviten la extirpación de una extremidad. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que se someten a una cirugía para salvar una extremidad necesitan cirugía reconstructiva para maximizar la función de esa extremidad.
Junto con la cirugía, los expertos en cáncer de Advocate ofrecen otros planes de tratamiento especializados, que incluyen:
- Quimioterapia: el uso de fármacos contra el cáncer para matar las células cancerosas. Los pacientes con cáncer de hueso generalmente reciben una combinación de fármacos contra el cáncer. Sin embargo, actualmente no se usa la quimioterapia para tratar el condrosarcoma.
- Radioterapia: consiste en el uso de radiografías de alta energía para matar las células cancerosas. Este tratamiento puede usarse en combinación con cirugía. Se usa con frecuencia para tratar el condrosarcoma, que no se puede tratar con quimioterapia. También se puede usar para pacientes que se rehúsan a someterse a una cirugía.
- Criocirugía: el uso de nitrógeno líquido para congelar y matar las células cancerosas. Esta técnica a veces se puede usar en lugar de la cirugía convencional para destruir el tumor.
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